domingo, 30 de junio de 2013

5-

Tengo un sueño de lo más extraño:
Una especie de muto entre león, lobo, cocodrilo y no se qué animal me está atacando, pegando chillidos como un loco.
No noto nada de dolor, y sé que estoy soñando, es algo un tanto extraño que me suceda, nunca suelo ser consciente de esto.
El animal sigue gritando, pero ahora comprendo lo que está diciendo, algo como ''¡Sufrirás por lo que hiciste en manos de quien merece vengarse!'' Ni idea de por qué grita eso, ni que yo me hubiera comido su almuerzo.
De repente los gritos cesan, y el muto (Supongo que será eso) desaparece.

-¡A levantarse, hoy es un día muy muy importante!
Me despierto, obviamente los gritos a estas horas son de Sunny, reconocería su voz aguda en cualquier parte.
Clove sigue dormida en mis brazos, está tan guapa  cuando duerme... Vale, creo que me he golpeado en la cabeza mientras dormía.
Aunque no quiera despertarla, no tengo más remedio, porque sino Sunny nos gritará.
-Clove- La susurro. Sacudo su hombro ligeramente- Despierta.
-Hmm...- Murmura, y se gira para no oírme.
-Clove, tenemos que levantarnos ya, hoy tenemos que conversar ante el Distrito 12- Murmuro.
-Cinco minutos más...- Pide, y hunde la cara en la almohada.
La verdad es que yo también quiero dormir un rato más, pero no tengo más remedio que levantarme.
-Bueno, yo me levanto ya- Digo levantándome, esperando a que Clove me siga.
-Pues vale- Dice, con la cabeza pegada a la almohada.
Suspiro, nada va a hacer que se levante.
Me acerco a donde ella duerme, y antes de que pueda replicar la cojo en brazos y la saco de la cama, y Clove no es muy ligera que digamos, pesa lo suyo.
-¡Eh! ¡Bájame ahora mismo!- Me grita, comenzando a darme golpes en los brazos, ay.
La saco de la habitación soportando las patadas que me está dando.
La bajo al suelo y ella suelta un bufido.
Antes de que pudiera chillarme Brutus, Enobaria y Sunny aparecen.
-¿Que eran esos gritos?- Pregunta Brutus.
- Que éste me ha despertado y me ha sacado a rastras de la habitación- Dice señalándome, dicho de esa forma suena peor.
Sunny se cruza de brazos.
-Esos modales señorito, no se puede despertar de esas formas a una dama- ¿Clove?¿Una dama? Clove tiene de dama lo que yo de guapo; nada. Se comporta más bien como lo suele hacer un chico, aunque según Sunny aparente ser una ''Dama''.
-Eso, Cato, no puedes tratar así a una dama- Dice Clove imitando el acento de Sunny.
Sunny, Enobaria y Brutus se van, y me dejan a solas con Clove.
Antes de eso Brutus me ha guiñado el ojo con una sonrisa cómplice, no me gusta que Brutus haga eso, me hace sentir incómodo.
-Lo siento, no debería haberte despertado de esa forma- Me disculpo.
Clove me da un beso en la mejilla, y noto otra vez las mariposas en el estómago, y esta vez sé que no son de hambre.
-Me tendré que creer tu disculpa, pero no te acostumbres- Dice, la sonrío.
Brutus aparece y se acerca a nosotros.
-Bueno chicos ¿Estáis listos? - Nos pregunta.
-¡Pero si todavía estamos en pijama y ni siquiera hemos desayunado!- Exclamo, indignado.
Clove asiente con la cabeza en señal de estar de acuerdo conmigo.
- ¡Pues daos prisa, no tenemos todo el día! - Grita.
Corremos hacia la cocina donde están Sunny y Enobaria.
Engullo lo primero que veo, pues tengo prisa y se que la comida del Capitolio esta toda riquísima.
Veo como Clove me mira con cara de asco cuando me meto en la boca dos magdalenas.
Después de estar a punto de morir repetidas veces por atragantarme con un trozo de comida corro a mi habitación y me pongo el traje de ayer.
Me reúno con los demás en la puerta.
¡Uau! ¡Clove está magnífica! La han sustituido el vestido rojo sin tirantes por un vestido sencillo de color azul.
Tiene un lazo a la altura de la cintura, y el vestido acaba en las rodillas. La queda genial.
Lleva el pelo suelto y unos zapatos de tacón de aguja que tienen aspecto de ser incomodísimos. Menos mal que soy un chico, aunque mis zapatos no es que sean lo que se dice ''Cómodos''
- Cato ¿Por qué me estás mirando? -Pregunta Clove enarcando las cejas.
- Pues... Porque... Yo... Emm... - Empiezo. No puedo decirle a Clove que esta preciosa, se lo tomaría como una burla, odia los vestidos, y sobre todo los cumplidos- Estas preciosa. ¡MIERDA! CEREBRO, ¿POR QUÉ NARICES HACES ESO? Espera... ¿Yo tengo cerebro? ¿He estado hablando solo todo este tiempo? Esto reafirmaría la frase ''Eres tonto'' porque si hablo solo...
- Gracias - Dice Clove, alisándose la falda con ademán nervioso- Es mucho mas cómodo que el anterior.
- Se nota -Digo sonriendo. Ella me devuelve la sonrisa.
- Siento interrumpir la charla de los tortolitos, pero tenemos que irnos ya- Dice Brutus con una mirada claramente cruel.
No sé que ha podido ver Enobaria en el.
- ¿¡Que has dicho?! -Chilla Brutus rojo de rabia.
Tardo un rato en darme cuenta de que va dirijido a mí, y otro en que he hablado en alto.
- Na-Nada -Digo entrecortado.
- Fuera de aquí antes de que me replantee la idea de matarte.
Salgo por la puerta el primero, no hace falta que lo diga otra vez, conozco lo suficiente a Brutus como para saber que nunca se hecha faroles.

En seguida me arrepiento de haber salido.
Todo el Distrito 12 se me ha quedado mirando.
Me pongo rojo y noto una mano en mi hombro. Es Clove, que mira al público con nerviosismo.
- Emm... Si... -Dice el alcalde del Distrito dando golpes al micrófono para comprobar que funcione- ¡Bienvenidos, vencedores! - Aplaude él, solo él. Todos los demás nos miran con cara de asco. Entiendo que me miren así a mi, pero a Clove...
-Vamos a oír unas palabras de los ganadores de los Juegos. Adelante, hablad.
Clove es la primera en salir a hablar.
Carraspea un poco y el Distrito entero se le queda mirando fijamente.
-Siento lo que hice- Comienza a decir. Nadie responde- Tenía miedo de perder, porque sabía que si perdí a moriría. Ni siquiera sé por qué maté a Katniss, ella no tenía la culpa de estar allí, simplemente fue voluntaria para salvar a su hermana, algo que resulta un acto de valentía en este Distrito.
Su discurso continúa, y no voy a describirlo porque hay partes demasiado deprimentes.
-Lo siento- Termina el discurso, sollozando.
Me acerco a ella y la abrazo, me da igual que me este viendo todo el Distrito 12, que se aguanten y no miren si no quieren, Clove no se merece sufrir por dos niños enamorados.
Entonces un chico (Que no había parado de mirar a Clove embobado, algo que ha hecho que me cabree) alza su mano.
-Te perdono- Dice.
Otro grupo alza sus manos.
-Y nosotros.
Así hasta que todos tienen las manos alzadas.
Clove les sonríe ¿Por que les sonríe a ellos y no a mí? ¿QUE TIENE EL DISTRITO 12 QUE NO TENGA YO? MALDITO DISTRITO.
El tiempo de los discursos se termina sin haber hablado yo, que poco considerado por su parte.
Bueno, por lo menos han perdonado a Clove.
Los habitantes del Distrito se dispersan. Algunos se van a sus casas y otros no sé hacia dónde van.
Entramos en el Edificio de Justicia.
-Ha estado muy bien tu discurso- Felicitan Brutus y Enobaria a Clove.
Ella reprime una triste sonrisa, la vuelvo a abrazar y ella apoya la cabeza en mi hombro.
No sé si alguna vez lo he mencionado, pero Clove es mucho más baja que yo. No es que sea pequeña (Supera el metro ochenta) pero al ser yo tan alto (Mido dos metros y algo) me llega a la altura de la barbilla, y ahora que lleva los tacones casi me alcanza.
-Dejad los cariños para otro momento- Dice Brutus-Ahora vamos al banquete ceremonial.

lunes, 24 de junio de 2013

4.

-Ah, y el es Haymitch- Dice el alcalde, se les había olvidado por completo presentarlo.
-Hola- Saluda, arrugo la nariz; le apesta el aliento a alcohol- Me levantaría para saludaros, pero como veréis no estoy en condiciones- Continúa recostándose en el sillón.
-Esta borracho -La susurro a Clove
- ¡No me digas! -Dice sarcásticamente.
Es difícil de creer que Clove sea sarcástica cuando esta tan guapa. ¡CEREBRO ESTÚPIDO! ¡No tiene nada que ver que Clove este guapa para que sea sarcástica! ¿Me estoy volviendo loco? No, siempre he estado loco, he llegado a esa conclusión.
Jennifer me recuerda en algo a Katniss, espero que no sean familiares, no quiero que me maten en plena Gira de la Victoria.
Nos ponemos a charlar, bueno, más bien Clove comienza a charlar con ellos, yo solo me limito a asentir y mirar de reojo a Clove.
-Bueno- Dice el alcalde levantándose del asiento- Mañana tendréis que hablar ante todo el Distrito 12, espero que no os pongáis nerviosos- ¿¡QUÉ!? ¡No nos han avisado sobre eso! ¿Qué les digo, que le arranqué el corazón a Peeta porque lo quería? No, me niego rotundamente.
Clove tiene la misma cara de sorpresa que yo.
Puede que yo matara al Chico Amoroso arrancándole el corazón, pero Clove mató a la Chica en Llamas cortándola en cachitos. Creo que vamos a tener ciertos problemas en este Distrito.
Nos despedimos de ellos y nos dirigimos de nuevo al tren, seguido por las miradas de personas con aspecto moribundo, me siento un tanto incómodo.

Nos llevan a una sala de otro edificio, donde están Brutus y Enobaria, esperándonos.
¿Ahora qué nos van ha decir? No hemos hecho nada malo.
-¿Sabéis que mañana tendréis que hablar delante del Distrito..?- Empieza Enobaria.
- ¡¿Que si lo sabemos?! - Grita Clove irritada - ¡Si! ¡Sabemos que mañana nos tocará hablar delante de todo el Distrito 12!
- Y por cierto -Añado, ya rojo de rabia - Gracias por decírnoslo.
Tampoco nos han dicho algo tan malo, pero me fastidia que no nos lo hubieran dicho antes.
- Chicos, chicos, chicos… - Dice Brutus en tono apaciguador - tranquilizaos, mañana no os pasara nada, así que lo mejor es irse a dormir y descansar para mañana.
Me adelanto y hecho a andar hacia mi habitación, pero algo me detiene.
- He dicho que a dormir y descansar -Dice Brutus mientras me fulmina con la mirada. En su mano derecha tiene la parte trasera de mi camiseta hecha una bola en su puño.
- ¿Y a donde te crees que iba? -Le espeto.
- Creo que no me he expresado bien -Aclara Brutus - HOY NO VAIS A DORMIR EN EL TREN.
-Vale, vale, ya me he enterado- Digo alzando las palmas de las manos- ¿Entonces, dónde dormimos?
-Ahora nos llevarán hacia allí, así que hazme un favor y espera-Contesta.
Suelto un bufido y me siento en una silla a esperar, no tengo más remedio que hacerlo, aunque mi paciencia sea mínima.
Al rato llega un Agente de la Paz, que nos guía por el edificio hasta un lujoso apartamento en la décima planta (Ya podrían haberlo puesto en otra planta).
Para ser un Distrito pobre se han montado la casa bastante bien.
-Bueno, hasta mañana- Se despide Brutus, bostezando.
Entro a mi habitación, que es poco distinta a la del tren.
Decido darme una ducha para despejarme las ideas.
Después de bañarme me pongo el pijama y me tumbo en la cama. No la he preguntado a Clove que si podía dormir con ella, bueno, con los ronquidos que doy no me iba a dejar, estoy seguro.
Cierro los ojos y me quedo dormido enseguida.

Me despierto porque alguien está llamando a la puerta.
Para mi sorpresa es Clove, que tiene los ojos enrojecidos, como si hubiera estado llorando.
-¿Qué te pasa?-Digo preocupado.
-No es nada...-Responde frotándose los ojos- ¿Puedo... Dormir contigo?
Noto que me he puesto rojo, menos mal que está oscuro y apenas se me ve.
-Cla-Claro, pasa- Digo, dejándola pasar.
Clove entra y yo paso tras ella.
Se recuesta en mi cama y me tumbo a su lado.
De repente se echa a llorar.
Imagínate ver a la persona a la que más quieres en el mundo llorando. Ahora piensa en cómo te sentirías. Pues bien, así me siento yo ahora mismo, o tal vez mucho peor, me siento tan mal que me pegaría un tiro si tuviera alguna pistola a mano.
La abrazo, y noto un millón de mariposas en el estómago, o tal vez es que tengo hambre.
-Tranquila, no pasa nada- Intento tranquilizarla, acariciándola el cabello.
-Cato...-Susurra.
-¿Si?-La pregunto, en tono dulce.
-No toques mi pelo-Dice, acurrucándose más a mi lado, no puedo evitar sonreír.
-Esa es mi chica- Murmuro esperando que lo oiga, pero ya se ha quedado dormida.

sábado, 15 de junio de 2013

3-

Noto que alguien acaba de golpearme el hombro con mucha fuerza.
Me levanto de golpe; Clove me mira con el ceño fruncido, cruzándose de brazos.
-¿Qué pasa?- Pregunto.
-¿¡Que qué pasa!? ¡No me dejas dormir con tus malditos ronquidos!- Me grita.
-Pero si yo no ronco...- Digo.
-Fuera de mi habitación- Me ordena señalando la puerta.
-Pero....
-¡Fuera!
Salgo de su habitación tristemente, y en el pasillo veo la cosa más asquerosa que puedes imaginar.
Brutus y Enobaria se están dando el lote en mitad del pasillo.
Me reprimo la ganas de gritar y entro de nuevo a toda prisa a la habitación de Clove.
-¿¡Qué haces!? ¡Te he dicho que fuera!- Vuelve a gritarme.
-Es que... En el pasillo... Brutus y Enobaria... Están...- Intento explicarla.
-Sí, claro, que me lo voy a creer- Dice en tono sarcástico.
-Es verdad... Están ahí afuera...- La digo.
-Voy a ver si es cierto- Clove se levanta y se dirige a la puerta.
Mueve el pomo de la puerta y se asoma por la puerta.
Se queda paralizada al verlos y se tapa la boca sorprendida.
-Te lo dije- La susurro y vuelve a cerrar la puerta.
-Está bien, puedes quedarte- Dice al fin- Pero no quiero oírte roncar, así que tápate la cabeza con la almohada o haz algo para que no te oiga.
-¿Y si me ahogo?- La pregunto.
-Pues ahogate en silencio.
Me tumbo a su lado y me lanza una almohada a la cabeza.
-Al menos podrías darne un beso de buenas noches- Digo, espero que capte la indirecta.
-Cállate- Me espeta, no parece estar de buen humor.
Nota mental; No roncar si duermo con Clove.
Me tapo la cara con la almohada, a ver si no despierto a Clove esta vez, no me apetece que me vuelva a echar de su habitación para encontrarme con el espectáculo de Brutus y Enobaria en el pasillo.

No he podido dormir en toda la noche porque no podía respirar con la almohada en la cabeza (Con la que he tenido una larga charla) y por los ruidos tan extraños que sonaban en la habitación de Brutus y Enobaria.
Me he pasado casi toda la noche mirando cómo dormía Clove. Mucha gente diría que es muy romántico y todo eso, pero yo me he sentido como un acosador.
-¡A levantarse, chicos!-Grita alguien con voz cantarina, lo que faltaba, ahora Sunny nos quiere despertar a todos. Se oyen los taconazos desde aquí.
-Brutus, Enobaria, a despert¡AH!- Chilla, Clove se despierta, clavándome el codo en las costillas, ay.
-¿Qué ha sido eso?-Pregunta, frotándose los ojos medio dormida.
Nos levantamos y salimos a donde está Sunny, que mira atónita la habitación de Brutus y Enobaria.
Clove y yo también nos sorprendemos a verlo (No quieran saber lo que estaba pasando).
Me acabo de traumatizar completamente.
Clove y yo nos giramos, no nos apetece ver esa escena tan desagradable.
Sunny cierra la puerta y dice que nos marchemos al otro vagón, pero eso no hacía falta pedirlo, ya teníamos en mente el irnos.
El desayuno está servido en una mesa del comedor, pero ninguno de los dos tenemos apetito, con lo que acabamos de ver se te quitan las ganas de comer algo por miedo a vomitarlo.
Aún así nos sentamos en la mesa, mirando la comida en silencio; ambos estamos traumados.
Al rato aparece Brutus, que solo lleva un albornoz blanco.
-Que bien he dormido hoy- Comenta, yo creo que dormir poco ha dormido, por no decir que no ha dormido nada.
-¿Dormir? ¿A eso lo llamas tu dormir? -Dice Clove
-Sí, solo hemos dormido -Responde Brutus - Además, vosotros también habéis dormido juntos.
-¿Como lo sabes..?- Pregunto.
- Pues... Porque.... - empieza a explicar Brutus - entramos en tu cuarto anoche.
¡¿QUÉ?! ¡BRUTUS Y ENOBARIA HICIERON ''ESO'' EN MI HABITACIÓN! Que asco.
- ¡Eh! Que nosotros solo dormimos - Cambio de tema, no quiero traumarme más.
- Dormir habrás dormido tú-Me reprocha Clove- Porque con lo que roncas no hay quien pegue ojo.
Enobaria aparece al poco rato, también con bata.
-Que bien he dormido hoy- Comenta ahora ella, menuda mentira mas grande.
De repente, Sunny da un golpetazo a la mesa y comienza a gritar a Brutus y Enobaria sobre lo que han hecho.
Clove y yo nos miramos sorprendidos oyendo la bronca que les está echando, que incluye palabras que no pienso describir.
-Increible, una mujer del Capitolio echándoles la bronca a dos Vencedores del Distrito 2- Dice Clove en un susurro, río por lo bajo.
-¿Qué pensáis vosotros del comportamiento de Brutus y Enobaria?- Nos pregunta Sunny señalándolos.
No tenemos ni idea de qué responder, nunca he hecho nada de eso ni pienso hacerlo, es asqueroso.
-Pues... Que es malo- Respondo, ni idea de si es bueno o malo, pero desagradable sí.
El tren da un frenazo tan fuerte que casi se me cae la taza de café sobre mí.
-Ya hemos llegado al Distrito 12- Dice Sunny. Preparaos para salir.
Sí, debería cambiarme, salir en pijama para que me vea Panem entera.
Pero ahora mismo a mi habitación mejor no entrar, no quiero ni saber cómo la han dejado.
Por suerte dejé la ropa de ayer en la habitación de Clove, así que puedo cambiarme.
Me visto y nos llevan a Clove y a mí hacia la salida del tren, donde la gente nos mira en silencio, esta parada va a ser muy incómoda, hemos matado a los Amantes Trágicos y ahora todos nos odian.
Salimos en dirección al Edificio de Justicia, seguidos por millones de miradas.
Al llegar, el alcalde nos espera sentado en el sillón, junto a tres personas: Un chico de pelo castaño, una chica rubia y un señor rubio que parece estar borracho; los Vencedores del Distrito 12, nada más y nada menos.
Les saludamos.
-Yo soy Josh, y ella es Jennifer- Dice el chico moreno señalando a su compañera, aunque ya sabía como se llamaban.
-Yo soy Clove, y él es Cato- Nos presenta.
-Encantado de conoceros- Responde Josh con una sonrisa dirigida a Clove, espero que no se interese por ella.
Clove le devuelve la sonrisa, creo que a Clove sí le gusta, y eso me hace cabrearme con ese maldito Josh.

domingo, 9 de junio de 2013

Especial: El último día de entrenamiento (Parte 2)

''Entramos a la sala de armas para continuar el entrenamiento.
Enobaria está charlando con Brutus sobre no se qué de los Vencedores, seguramente decidirán montar una fiesta de bienvenida con el ganador de este año, y me encargaré de que sea yo el Vencedor, estaría bien que hiciesen una fiesta en mi honor.
Clove no me hace ni caso, está demasiado concentrada en afilar un cuchillo, parece ser que incluso un objeto llama más la atención que yo, me indigno.
Enobaria carraspea y les observamos.
- Comenzaremos por el lanzamiento de hachas- Dice Brutus ¿Hachas? Prefiero las lanzas, las hachas suelen provocar accidentes, como por ejemplo tener un mal lanzamiento y cortarle el cuello a alguien.
Cojo el hacha y me situo frente al maniquí, espero tener buena puntería, porque si no pobre el que esté cerca de allí.
Lanzo el hacha, y justamente alguien abre la puerta:
Greg.
- He venido a traerte el almuerz... ¡AH!- Chilla, el hacha casi le abre la cabeza, es una pena que no le haya dado, habría estado bien que se le hubiera abierto la cabeza para ver si ahí hay algo de cerebro o simplemente es una tapadera para ocultar su vacío craneal.
- ¡GREG! ¿QUÉ NARICES HACES AQUÍ?- Grito cabreado, está destrozando mi demostración.
- Menudo hermano que tengo, vengo con toda mi buena intención y me intenta matar con un hacha- Dice disgustado- Bueno, vengo a disculparme por haberte dado en la cabeza con la guitarra- Añade, no tengo más remedio que creerme su disculpa- Ah, aquí te traigo tu merienda, te la has dejado en casa con las prisas de llegar pronto.
Se acerca a mí y me pasa la bolsa del almuerzo, tal vez he pensado mal de él y solo pretende ser un buen hermano mayor.
Greg gira la cabeza en dirección a Clove.
Sonríe y la guiña un ojo ¡SERÁ (Esta palabra es demasiado fuerte para este público, e incluso para describir a Greg) LO MATO!
Sale de la sala tranquilamente (Como si no acabara de giñarla un ojo a Clove) cerrándo la puerta tras él, justamente cuando lanzo el segundo hacha en dirección a la salida.
- ¡Me he dado cuenta!- Grita Greg abriendo la puerta de nuevo y cerrándola de un portazo.
Mierda, pero no lo digo por Greg, lo digo por lo que hay dentro de mi bolsa; Una caca de mi gato, Ruperto.
Seguro que Ruperto ha cagado y Greg me ha traído su mierda para fastidiarme, o tal vez Ruperto ha utilizado mi bocadillo como vater, porque me odia, que lo sé yo.
O puede que haya confundido la bolsa de la caca de mi gato con la del almuerzo, aunque no creo que haya sido eso, Greg siempre sabe lo que hace.
Cierro la bolsa intentando reprimir la nausias y la tiro a la basura, creo que eso ya no es comestible.
Me giro y veo a Clove, Brutus y Enobaria arqueando las cejas.
- ¿Tu hermano acaba de guiñarme un ojo?- Pregunta Clove confusa MALDITO GREG.
- Sí, suele hacerlo con todas- Respondo intentando no gritar cosas horribles sobre mi hermano.
- A mí no me ha guiñado el ojo- Comenta Enobaria.
Reprimo las ganas de decirla a Enobaria que no la ha guiñado el ojo porque es una vieja para no acabar malherido.
Brutus carraspea para que atendamos.
- Clove, tu turno para lanzar- La dice, casi se me había olvidado que ella todavía no había lanzado.
Clove prepara su hacha en el panel de lanzamiento, espero que tenga mejor puntería que yo, porque estoy cerca del maniquí.
Clove inspira y lanza el arma; ha dado justamente en el blanco. Tiene muy buena puntería, será una aliada muy útil.
- Buen tiro- La felicita Enobaria, Clove pone una sonrisa de suficiencia.
Tengo que admitir que Clove me llama mucho la atención; es muy guapa, y es bastante simpática. Creo que me gusta, y eso no es muy bueno si voy a tener que matarla en la Arena, creo que han elegido a una aliada guapa para hacer una táctica como la de Finnick Odair, estoy seguro.
Después de unas largas horas de entrenamiento (Utilizando armas que no tenía ni idea de cómo se utilizaban) se acaba la sesión. No sé qué hora es, pero ya está comenzando a anochecer, y eso hace que me de una idea de la hora.
Voy al vestuario a cambiarme la ropa de entrenamiento por la ropa de calle, porque mi uniforme apesta a sudor.
Salgo del cambiador, y al final del pasillo veo a Clove, que ya va a salir del gimnasio.
-¿Quieres que te acompañe?- La pregunto.
-Vale- Me responde.
La abro la puerta para que pase y yo salgo tras ella.
Caminamos por las calles del Distrito, hablando sobre los Juegos y qué táctica usaríamos para atacar.
Yo los mataría mientras duermen, así no chillan y no hay complicaciones.
Clove tiene buena puntería de lejos, así que los matará a larga distancia, es una buena técnica.
Al cabo de un rato, llegamos a la casa de Clove.
-Bueno, me voy ya. Te diría que quedaramos algún día, pero mañana es la cosecha, así que nada. Bueno, encantada de conocerte, hum...- Se queda pensativa un instante, creo se la ha olvidado mi nombre- Cato.
Me da un beso en la mejilla, me sonrojo.
Se despide con la mano y entra a su casa.
-A-Adiós, Clove- Me despido, con las mejillas rojas.
Acabo de darme cuenta de que me he pasado mi casa desde hace un largo rato entretenido en la conversación con Clove. Mierda, ahora me toca volver solo. Que asco.
Al llegar a la entrada, busco perezosamente las llaves.
Voy a vengarme de Greg por haberme traido la mierda de Ruperto, haya sido o no él, que se aguante.
Abro la puerta y entro a casa.
-¡GREGORIO DE MIS AMORES!- Grito a todo pulmón por toda la casa- ¿QUÉ HAY DE CENA?
Greg aparece en el pasillo.
-Puding- Responde- Tu favorito.
-¡Genial!- Digo- ¿Me das un poco?
-¡Sírvete tú mismo!- Dice, estampandome el plato de puding en la cara, algo me dice que está cabreado, pero al menos tengo puding en la cara y él no, JÁ.
Veo a Ruperto tumbado en el sillón, ÉL ES EL VERDADERO CAUSANTE DE LA MIERDA EN MI MERIENDA.
Levanto al gato en brazos y lo lanzo por la ventana chillando como un loco.
-¡Ruperto!- Grita Greg corriendo asomándose con preocupación.
El gato maulla y vuelve a entrar por la puerta ¡¿QUÉ HA PASADO?! ¿¡ES INMORTAL O QUÉ!?
Greg se acerca al gato y lo abraza, creo que me voy a ir, no vaya a ser que me mate Ruperto.
Subo a mi habitación y me pongo el pijama.
Me tumbo, a ver si logro dormir.
Mañana es la Cosecha.''

2-

¿Qué hace mi gato aquí? Ni idea.
-¡Greg! ¿Qué hace Ruperto ahí?- Pregunto.
Greg sale corriendo a buscar a Ruperto, le abre la ventana y alza al gato en brazos, acariciándole las orejas cariñosamente, que asco me dan.
- Te he preguntado qué hace aquí, no te he dicho que lo dejases entrar en MÍ casa- Digo arqueando una ceja.
- ¿Todavía sigues con ese tema? Nuestra casa, Cato, es nuestra casa. Por lo tanto el gato tiene mi permiso para pasar- Dice todavía con Ruperto en brazos, ya se está apoderando de la casa.
Vuelve a sonar el maldito timbre, como sea una de esas ''fans'' de Greg pienso cerrar la puerta en sus narices.
Abro la puerta.
Es Brutus.
-¿Estas listo para la Gira de la Victoria?- Me pregunta Brutus.
-¿Gira de la Victoria? - Pregunto confuso- ¿Ahora?
-Sí, ahora - Responde frunciendo el ceño- Te avisé la semana pasada.
- ¿Ah si?- Dudo por un instante.
- Sí - Contesta como si fuera tonto, y la verdad es que hay veces que ni siquiera yo mismo lo puedo negar- Clove ya está lista.
Al oír su nombre me asomo por la puerta, empujando violentamente a Brutus.
Clove está magnífica; lleva un vestido escarlata ceñido y sin tirantes.
Noto como me ruborizo, mierda.
-Ahora mismo vuelvo- Digo.
Subo rápidamente a mi habitación y abro el armario.
Encuentro entre el montón de ropa el traje más elegante que hay. Me visto como puedo a toda prisa y bajo las escaleras a toda velocidad.
-Ya estoy- Digo jadeante por la carrera que acabo de darme, debería haber escogido la habitación de abajo.
Brutus me mira con suficiencia, obviamente no me sienta bien este traje.
Intento colocarme bien el cuello de la camisa de camino al Edificio de Justicia.
Clove se va quejando de lo horrible que es el vestido, que no había elegido ella, sino Enobaria. Bueno, yo sigo pensando que está preciosa.
La paso un brazo por los hombros (Porque no puede mantenerse en equilibrio con los zapatos de tacón que lleva) y seguimos avanzando.
Llegamos al Edificio de Justicia, pero en vez de tener quedarnos ahí nos llevan al tren directamente (Porque según han dicho nuestro Distrito es el ultimo en la gira)
Clove se quita los zapatos y se sienta en el sillón. Me siento a su lado.
Oigo una especie de maullido detrás de nosotros.
Me giro ¡¿QUÉ NARICES HACE RUPERTO AQUÍ?! ¡¿ME HA SEGUIDO?!
Ruperto vuelve a maullar y sube al sillón, apoyándose en el regazo de Clove.
Clove se pone a acariciarle la cabeza mientras que Ruperto ronronea, maldito bicho, si se hubiera muerto cuando le tiré por la ventana nada de esto estaría sucediendo.
-Que gatito más adorable ¿No crees?- Dice MALDITO RUPERTO.
No sé que le ven de adorable a mi gato, si es un pesado.
Ruperto se acurruca entre los brazos de Clove y ella le abraza con cariño MALDITO, YA ME ESTÁ ROBANDO LA NOVIA.
Al cabo de un rato llega Brutus y saca al gato del tren, porque no está permitido traer animales. Pero él también lo trata con cariño SI ES QUE INCLUSO BRUTUS TRATA MEJOR AL GATO QUE A MÍ.
Miro con odio a Ruperto, que suelta un bufido al verme.
-No me digas que estas celoso de un gato- Dice Clove arqueando una ceja.
-Yo no estoy celoso de nadie- Respondo, debería aprender a mentir mejor.
-¿No? ¿Y entonces por qué mirabas al gato con ganas de estrangularlo?- Pregunta, mierda, no sé que responder.
- Pues... Esto...-No sé que decir, y no pienso responderla que es mi gato, porque eso es muy propio de Greg decir que Ruperto es suyo para llamar la atención.
Clove sonríe y me da un ligero beso en los labios, me pongo rojo.
-Si lo que te preocupa es que te vaya a dejar créeme, por un gato no va a ser- Me asegura, bueno, al menos por Ruperto no va a dejarme.
Nos llaman para que vayamos a comer, menos mal, estoy hambriento.
Sirven un plato de estofado que huele de maravilla.
Al acabar de comer busco alguna indicación para que traigan postre, pero nada.
Nos levantamos y vamos a ver la televisión.
En ella estan echando las mejores escenas de lucha de los antiguos Juegos (Incluidos los de este año.)
Es un especial de cinco horas, y como no tenemos nada que hacer decidimos verlo.
El primero es de los Juegos de Brutus.
Aparece un chico con un largo pelo castaño, ES BRUTUS, BRUTUS TENÍA PELO, INCREÍBLE.
Me pregunto cómo se quedó sin pelo.
El Brutus con pelo aparece matando a un chico de una forma cruel y muy asquerosa.
Los siguientes Juegos son los de Enobaria, que está matando a una a mordiscos, asqueroso.
Los siguientes Juegos son los del Segundo Vasallaje de los Veinticinco, y sale el Vencedor del Distrito 12 (Jeimich creo que se llama) Luchando contra la chica del 2, que se la ha caído un ojo, puag.
Los siguientes son de otro Vencedor del Distrito 12, bueno, Vencedora, más bien. Se llama Jennifer. Esa chica quemó la Arena a propósito para matar a todos, y luego me llaman a mí loco. Me acuerdo bien de esos Juegos porque la chica estaba gritando todo el rato ''¡El fuego se propaga! ¡Morid!''.
Los siguientes son los de el ''Sex-Symbol'' Finnick Odair, que está matando a un niño con un tridente.
Los siguientes Juegos son los del otro Vencedor del Distrito 12, que ganó de pura suerte; se quedó aferrado a un árbol como si fuera un koala y esperó a que se mataran entre ellos. Creo que se llamaba Josh.
Y los últimos Juegos que salen son los nuestros, y sale la escena en la que Clove corta en cachos a la Chica de Fuego, la verdad es que no me canso de ver esa escena, me hace gracia el sufrimiento de la Chica en Llamas.
La televisión se apaga.
Miro el reloj, hay que ver que rápido se ha pasado el tiempo, ya son las nueve de la noche.
Cenamos puding, mi comida favorita.
Terminamos de cenar, y  Brutus y Enobaria nos echan del salón porque quieren estar a solas.
Llegamos a nuestras habitaciones.
- Clove- Digo, y ella me mira- ¿Puedo dormir contigo?
Creo que me va a decir que no.
- Vale- Responde ¡Bien!
Entro a su habitación con ella.
- Yo voy a cambiarme, como se te ocurra entrar al baño te mato ¿Queda claro?- Dice, asiento, mejor no entrar al baño, todavía aprecio mi vida.
Mierda, no me he puesto el pijama.
Voy rápidamente a mi habitación y me coloco el pijama.
Salgo intentando no hacer ruido para que Brutus y Enobaria no se percaten de que estoy corriendo por el pasillo.
Llego a la habitación de Clove y me siento en el borde de la cama.
Al rato sale Clove del baño con el pijama puesto y se mete en la cama, yo me tumbo a su lado y la abrazo.
Clove me da un beso en los labios. Dos besos en un día ¡Nada podría irme mejor! Bueno, sí, pero da igual.
-Buenas noches- Me susurra.
Paso un dedo por su mejilla y la abrazo con más fuerza, atrayendola más hacia mí.
-Buenas noches, Clove.

domingo, 2 de junio de 2013

1-

Mi casa de la Aldea de los Vencedores es gigantesca, mucho más que mi antiguo hogar, y no hay ni ninguna madre chillándome ni ningún hermano mayor molestándome.
Se podría decir que mi vida ahora mismo es perfecta: Clove es mi novia... He ganado los Juegos... Y sobre todo, tengo una casa propia.
Además, está la casa equipada con todo lo necesario, incluso hay ropa de mi talla.
Los del Capitolio han pensado en todo.
De repente suena un ruido ensordecedor; el timbre.
Avanzo hacia la entrada, esperando que la que me llame sea Clove.
Pero no es ella, ni siquiera tienen parecido físico.
Es Greg.
- ¡Hola hermanito!- Me saluda, parece contento, demasiado.
Me fijo en él; lleva una maleta, y eso lo dice todo.
Cierro la puerta de golpe en las narices de Greg.
-¿Hermanito? ¿Hermanito? Se que estas ahí - Mierda, a lo mejor no he cerrado la puerta tan rápido como creía - Mamá me había dicho que querías que viniera a vivir contigo, aunque si no quieres me vuelvo a casa y le digo a mamá que no era cierto...- Mierda, como se lo diga a mi madre ella me mata.
- ¡Anda Greg! - Digo abriendo la puerta y dejándole pasar.
- Pensaba que ibas a dejarme en la puerta- Era lo que pensaba hacer.
Greg entra con una sonrisa de suficiencia en la cara ¡Cómo le odio! Se tumba en el sofá.
-¡Eh! ¡Ese es mi sillón! - Grito cabreado, para una cosa que tengo...
-Corrige Cato, nuestro sofá - Dice Greg, acomodándose.
Frunzo el ceño y aprieto los puños, al final lo mato.
Vuelve a sonar el timbre.
Greg se levanta para abrir la puerta, porque yo no pienso ir, seguro que es alguna de sus admiradoras.
Él la abre.
-Oh, vaya, vaya... Hola- Dice.
Greg se apoya en el marco de la puerta, como suele hacer cuando le interesa una chica.
- ¿Qué? ¿Quién es?- Pregunto extrañado.
- Es una tal Clouf-Dice Greg ¿¡QUÉ?! ¡¿CÓMO LA HA LLAMADO?!
-¡SE LLAMA CLOVE, IMBÉCIL!- Grito, empujando a Greg fuertemente hacia un lado.
-Hola Clove- Digo como si no acabara de gritar y empujar a mi hermano delante de ella.
Clove pone los ojos en blanco.
-Hola Cato- Me responde en tono cansado.
-¿Qué haces aquí?- La pregunto realmente interesado.
Habría preferido que se hubiera presentado en otro momento.
En un momento en el que no este Greg molestándome.
-¿Tienes azúcar? -Me pregunta. Mierda, no ha venido a verme a mí.
- Claro ¿Greg, puedes traerme el azúcar?
- Lo siento hermanito, pero no me parece bien quitaros el azúcar a ti y tus muñecas de trapo ¿Qué vais a tomar si no con el café cuando hagáis la reunión de los sábados?- dice Greg en tono burlón.
MALDITO, YA ME HA DEJADO OTRA VEZ EN RIDÍCULO. YO LO MATO, COMO SEA PERO LO MATO.
-Bueno, espera un momento- Le digo a Clove- Y tú, quieto-Le ordeno a Greg.
Voy corriendo a la cocina ¿Dónde esta el azúcar?
Me pongo nervioso y empiezo a tirar las cosas de los estantes en busca de azúcar ¿DÓNDE ESTÁ?
Comienzo a ponerme histérico.
Lo veo encima de la encimera. Lo cojo y corro hacia la puerta.
Greg esta otra vez apoyado en el marco de la puerta, mirando a Clove con interés, MALDITO SEA, LE PARTO LA CARA.
Me acerco a ella y la doy el azúcar.
-Una pregunta ¿Para qué es el azúcar?- La pregunto con curiosidad.
-Es para hacer tarta- Me responde.
-¿Para hacer postre?- La pregunto yo, mientras mi boca se hace agua al pensar en tarta.
- Sí, pero shhh- Me susurra Clove con un dedo sobre los labios- Es un secreto.
Me sonrojo y asiento.
Clove me sonríe.
Se despide de mí (Olvidándose completamente de Greg) y se dirige hacia su casa, que está en frente de mi casa.
Me asomo a la ventana para verla llegar.
Cuando llega, llama al timbre, y un chico la abre la puerta para que pase.
Clove me ha hablado de él. Es su hermano, Cuatro.
El chico tiene los ojos azules, y yo le echaría unos 18 años.
Parece más fuerte y peligroso que yo ¿¡POR QUÉ TODO EL MUNDO ES MEJOR QUE YO!? Es injusto.
-Vaya vaya... ¿De qué conoces a esa chica?- Pregunta Greg en tono interesante.
-Fue mi compañera en la Arena- Contesto.
-No recuerdo haberla visto, ni a ti tampoco. Ah, es verdad, no vi los Juegos- Responde con una sonrisa muy falsa MALDITO, ME ESFUERZO EN MATAR A VEINTIDÓS PERSONAS ¡¿Y NI SIQUIERA MI PROPIO HERMANO HA VISTO LOS JUEGOS?!
-¿Pues sabes qué? Clove es mi novia- Le respondo en modo burlón.
Greg comienza a reírse a carcajadas, maldito.
-¿Lo dices en serio?- Pregunta todavía riéndose.
Me pongo rojo de rabia.
- Sí, y te lo puedo demostrar.
- Mejor no me lo demuestres, Clove no se merece sufrir teniendo que besarte- Añade LE ABRO LA CABEZA Y ME COMO SUS SESOS, SI ES QUE TIENE.
Frunzo el ceño, maldito Greg.
Oigo un ruido en la ventana.
Me asomo y veo a un gato naranja y pequeño dando golpes a la ventana con su pata.
Mi gato Ruperto.